La leyenda de los huevos ¿benedict? o ¿benedictine?.

El origen de esta receta viene siendo disputado por dos leyendas (de ahí sus dos nombres) lo que añade cierto misterio cautivador a este delicioso y sencillo plato indispensable en cualquier restaurante con brunch que se precie.
Huevos Benedict
La leyenda de los huevos benedictine data de 1860, y  llega de la mano de Delmonico’s, un clásico restaurante de Nueva York, que atribuye la receta a uno de sus cocineros quien, por inspiración improvisada y obligada, ideó este plato para satisfacer el deseo, de tomar algo diferente de lo habitual, de dos de sus mejores clientes: Mr. Benedictine y esposa.

La leyenda de los huevos benedict, según un artículo de la Revista The New Yorker en 1942, se atribuye a Lemuel Benedict un corredor de bolsa de Wall Street y bon vivant que una mañana de resaca de 1884 encargó al maître del hotel Waldorf Astoria huevos escalfados con bacon, tostadas con mantequilla y salsa holandesa.
Lo cual inspiró al maître la actual receta con ciertos cambios: jamón en vez de bacon e English muffin en vez de pan de molde.
Fuera quien fuera su inventor, es el plato perfecto para disfrutar de un fabuloso brunch (desayuno- almuerzo mezcla de las palabras inglesas breakfast y lunch) ya sea en un restaurante o en casa, dado que su elaboración es sencilla y fácil de preparar (algún día os pasaré mi receta) y que permite improvisar ingredientes, a excepción, por supuesto, de los huevos y la salsa holandesa.
En cuanto a mí, uno de mis restaurantes favoritos donde degustarlos es Balthazar en New York. (Guía Michelín 2011).

 Louis-Phillippe Bourdeu
Restaurante Balthazar (New York)





Entrada cortesía de Afilado Online quien le brinda la oportunidad de mantener afilados sus cuchillos, tijeras y herramientas que requieren afilado de forma fácil y sencilla, así como el pulido y abrillantado de cubertería. Servicio de recogida y entrega a domicilio.

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